En septiembre del año pasado me gradué como Health Coach en el Institute of Integrative Nutrition. Sentí una felicidad inmensa por concluir esta certificación que hice con mucho amor.
Cuando comencé la certificación, de inmediato se abrieron un montón de caminos en mí, en realidad estaba comenzando un proceso de sanación hacia otras áreas de mi vida. Uno de mis propósitos es vibrar en armonía integral, así que, me di cuenta de que comenzaba a dar pasos firmes alineados con ese propósito. Creo que cuando estamos dispuestas a seguir avanzando, seguirnos reconociendo y seguir sanando el Universo conspira para que llegue a nuestra puerta todo aquello que nos lleva amorosamente de la mano a traer luz a esos espacios que requieren de nosotras, de nuestra consciencia y de nuestra presencia para sanar de raíz.
Entonces comenzó a llegar el conocimiento, que se ha ido integrando a mí experiencia y a su vez tomando forma para compartirse y crear ese maravilloso efecto dominó que crea expansión infinita.
¿Qué me dejó esta certificación?
- Que puede haber situaciones, personas, alimentos o factores que para mí sean super saludables, lo que no significa que sean igual para ti o para otras personas. Que el respetar la bio-individualidad de cada una de nosotras nos asiste a observar que cada camino es perfecto, pues depende totalmente de quién lo está transitando y cada una lo elegimos porque es lo que requerimos en ese momento.
- Que la salud no va ligada únicamente a nuestra alimentación o nuestro cuerpo físico, que para experimentarnos en salud integral se requiere traer armonía a nuestra alimentación primaria, que es todo aquello que está fuera de nuestro plato, por ejemplo: nuestras relaciones, nuestra actividad laboral o propósito de vida, nuestra espiritualidad y nuestra actividad física. Así como nosotros somos parte de un todo, todas estás áreas de nuestra vida forman parte de nuestro todo y estas a su vez nos llevan a elegir desde ese balance una alimentación y un estilo de vida más amorosos y por ende más saludable.
- Escucharme y escuchar a mi cuerpo.
- Echarme un clavado cada vez más profundo para traer luz a los espacios que requieren de mí atención para seguir sanando de raíz. Recordando que todo lo que sucede fuera de mi es un reflejo de mi interior.
- Honrar mis procesos, a amar a la mujer que fui y a la mujer que soy y a reconocer que todo es y ha sido perfecto en mi andar.
- Que la Vitamina L (el amor) es la llave para lograr experimentar mi mayor versión en todo momento.
- Herramientas maravillosas para poder acompañarte en el camino y en tu proceso, para inspirarte a integrar hábitos amorosos que te lleven a vivir en armonía y experimentar tu mayor versión.
Y esto es solo un poco de lo mucho que IIN ha aportado a mi vida. Estoy infinitamente agradecida por vivir este proceso, por elegir y por estar lista y dispuesta para ti.
Con todo mi amor.
Kareli Rojas
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