Meditar es una forma muy linda de consentirte, es un regalo de ti para ti, donde convives contigo, con tu verdadero ser, donde regresas a ti, donde haces una conexión con tu alma y tu ser superior. En esos espacios de quietud que te regala la meditación las respuestas fluyen, la paz simplemente es y reconoces que el tiempo divino es un regalo infinito.
Bueno, toda esta definición viene de mi experiencia meditando, pues meditar es una experiencia personal, no hay buenos, ni malos en la meditación, ni correctos o incorrectos. Esta maravillosa experiencia simplemente es perfecta como sea que la experimentes.
¿De qué va la meditación?
Primero te platico que meditar no es poner la mente en blanco, este es uno de los mitos más famosos relacionados con la meditación, meditar es convertirte en la observadora de tu experiencia, de traer consciencia y presencia al momento presente y a través de esa consciencia elegir lo más amoroso para ti y todo lo que va alineado con tu verdadero ser.
Al ser la observadora de tu experiencia, también te conviertes en la observadora de tus pensamientos y de tus emociones. El chiste es reconocerlos sin juzgar y sin analizar, sin ponerle el peso de tu historia, para no tomar partido sobre ellos e irte de paseo a fabricar historias que no son reales, al reconocer que todo lo que ocurre es neutral y que tú eliges el peso que lleva para ti, podrás conectar con un estado de paz infinito.
Aquí van los 6 tips para hacer de la meditación tu práctica diaria:
- Elige tu espacio ideal.
Es importante que tengas un lugar especial para llevar a cabo tu práctica, donde no haya mucho ruido o tengas interrupciones, busca que sea cómodo y te sientas a gusto en el. Puedes tener en el un pequeño altar (aquí te dejo 4 pasos para crear tu altar), un tapete de yoga, una cobijita, poner velas, aceites esenciales o incienso para crear un ambiente lindo que ayude a tu conexión.
- Elige un horario exclusivo.
Establece un horario para hacer tu práctica que sea cómodo para ti, te recomiendo esté fuera de tus actividades fijas, por ejemplo, si tus actividades diarias comienzan a las 7:00 am, pon tu despertador 5 o 10 minutos antes de lo normal para meditar. De esta forma será más fácil para ti integrarlo.
- Comienza poco a poco.
Empieza tu práctica meditando 5 o 10 minutos; conforme te vayas sintiendo cómoda ve sumando minutos. Te recomiendo establecer una meta, por ejemplo, 30 minutos diarios, así tendrás un punto al cual dirigirte. Recuerda avanzar paso a paso y disfrutar el proceso.
- Medita por 21 días seguidos
Esta es la forma más sencilla para hacer de la meditación un hábito que perdure. Enfócate en un día a la vez, hasta cumplir estos 21 días, de ahí sigue a 40 y así lograrás que la meditación sea no negociable en tu día a día.
- Has de tu vida una práctica meditativa
Convierte tu experiencia en una meditación, elige en consciencia y presencia tu mundo interno, que, a su vez, se verá reflejado en tu mundo externo. Mantente presente en cada paso que das, cada respiración, cada suspiro, cada beso, que tu experiencia se convierta en el placer mismo y esto te lo regala el estar aquí y ahora.
- Celebra tu logro
Disfruta los pasos que avanzas y celebra tu vida, celebra cada uno de esos pasos que has elegido dar.
Así que es el momento de comenzar.
Recibe de forma mensual una meditación pregrabada y formar parte de nuestra comunidad sin límites en Facebook con la membresía gratuita de «Meditación sin límites».